
Ariel Glaser
Un catequista que canta
LETRAS
1- Padre Creador
Por eso que a tu mente le anda sembrando dudas;
por esos que te abruman cuestionando tu fe;
por eso que no entiendes, por eso que te aleja;
por eso que te aparta de amar y de creer...
Por eso busca un momento tranquilo,
toma cualquier piedra en tu mano,
elévala al cielo y busca en su esplendor
alguna estrella allá en la distancia;
casi te separa un abismo
y contiene lo mismo que en tu mano hay.
Es imposible que no sea Dios,
quien puso igual materia aquí y allá,
es imposible tanta identidad sin un creador (Bis)
¡Alaben a Dios!, porque ha creado todo
¡Alaben a Dios!, cuanto hay en torno nuestro
¡Alaben a Dios! Galaxias y protones
¡Alaben a Dios! Estrellas y electrones
¡Alaben a Dios! Piedras y neutrones
¡Alaben a Dios! Mente y corazón.
Porque hay personas que no te comprenden
Y otras que por ti están orando
observa tu alma, busca en tu interior
a aquel amigo que te dió la vida
y ese cielo que estás mirando;
galaxias lejanas, que hablan de su amor
2– Padre de todos
Hombre que buscas respuestas dándole la espalda a Dios,
préstale a tu microscopio, ópticas y ajustes obvios
para hallar la firma del Señor
Hay algo mas que elementos, algo mas que una reacción,
átomos, moléculas y células, son ese polvo
con que el Padre eterno nos formó
Si todos tenemos un único Padre
que un cuerpo y un alma nos dio,
quiero que comprendas que eres mi hermano
porque somos hijos de Dios (en Cristo Jesús)
Tu ciencia no ha de apartarte, porque él la ciencia te dio;
ella no puede plantearte que el Señor no puede hablarte;
¡fíjate que todo habla de Dios!
Hombres de todos los tiempos, son esa gran procesión
que salida desde el Padre y de la mano del Hijo,
vuelven nuevamente al Padre Dios.
3– La zarza
Un hombre que en el desierto había resuelto su vida,
y que cuidando animales se le pasaban los días
notó que por las montañas una zarza se encendía,
con un fuego, cosa extraña, que nunca se consumía
Al acercarse, una voz, le proclamó este llamado:
¡Moisés, mi pueblo está esclavo! ¡serás su libertador!
Yo no sé, Señor, si puedo, no se si sirvo, no tengo tiempo.
¿Con qué palabras hablaré al pueblo?
¡Dime quien eres!, ¡Oh, dímelo!
YO SOY EL QUE ES, tu Padre, Padre de Abraham,
Padre de este pueblo. No tengas miedo de mi proyecto,
Yo estoy contigo, Yo Soy tu Dios!!
¡Cuantos hombres van esclavos de sus vicios y rutinas,
y no miran la pobreza que desfila ante su vista.
Es necesario que busquen esa luz que está encendida
y les pide desde lo alto un compromiso de vida
El es quien vuelve a llamar a la Tierra Prometido,
al Reino de Dios que surge como la zarza encendida
4– El Dios de la Alianza
Si me ven hablando solo que no les resulte extraño,
es que a veces no comprendo como de los mandamientos nos estamos alejando.
Unos roban, otros matan, otros viven del engaño;
como a un becerro de oro, al placer alaban todos,
¡yo quisiera hacer pedazos las Tablas de la Ley!
Pero Dios, mi Padre Eterno me enseña a reconstruir
normas de vida para su pueblo,
eterna Alianza: de ser los hijos
que al Padre Dios quieran seguir
Moisés presentó las tablas a los que hubo liberado
pero de Dios se apartaron, otro dios se fabricaron
y se hicieron sus esclavos.
Cuántos viven prisioneros de sus vicios y pecados
y por más que yo les hable, de Dios vuelven a burlarse
y quisiera hacer pedazos, ¡Las Tablas de la Ley!
5- ¡Santo!
Que canción he de cantar que no te hayan cantado
serafines, querubines y el coro de tus santos.
Poco soy Señor, frente a tu inmensidad y Gloria;
Polvo de la tierra que tu mano transformó.
Santo, Santo, Dios grande e inmortal
Santo, Santo, que pequeña es mi vida frente a tu inmensidad
¡Oh Altísimo! que tienes como trono el cielo
y que hiciste de la tierra estrado de tus pies.
Llenas a los hombres de tu Espíritu y tu fuego,
quieres que sean templos y que sean santos también.
6– En las cosas de mi Padre
Llevaban tres días de camino el niño se había perdido
y volvieron a Jerusalén.
En el Templo fue que lo encontraron con señores admirados
por su ciencia y por su fe.
Hijo, nos tenías preocupados te veníamos buscando entre la gente de Nazaret.
Madre, dijo, ¿por qué me buscaban? en las cosas de mi Padre
debo estar, sépanlo bien.
En las cosas de mi Padre (2) debo estar
en las cosas de mi Padre
Ni el pesebre, ni el cruel desierto,ni los vientos más violentos,ni la entrada en Jerusalén,
ni los sufrimientos del calvario con su muerte, se opusieron
entre el Padre eterno y él.
Sepan que Jesús está en nosotros aunque a veces cueste un poco entre el ruido y la rutina ver
que hay que estar en las cosas del Padre para transformar el mundo por él, con él y en él.
7- Aquél hijo pródigo
Pecado de juventud creer sabérselas todas,
los consejos rechazar, viviendo el "aquí y ahora;
no escucharlos porque piensan, distinto de lo que piensas,
caratularlos de "viejos" y alejarte también.
Con cierta comparación Jesús nos habló del Padre
que siempre muestra su amor, aunque el hombre lo rechace,
que siempre lo está esperando para su gracia brindarle,
mas allá de sus miserias o su falta de fe.
El está, siempre allí, añorando tu regreso;
búscalo, vuelve ya, su perdón está dispuesto;
no lo dejes esperar con los brazos abiertos.
Aquél hijo se alejó, malgastando su dinero,
y de ser un gran señor, terminó cuidando cerdos;
quiso volver a su Padre, quien con los brazos abiertos,
lo perdonó y un banquete preparó para él.
A lo mejor hoy crees que tu pecado es muy grande,
que Dios te va a castigar si pretendes acercarte,
piensa en la misericordia de Dios, que es amigo y Padre
vuelve corriendo a su encuentro, él te espera...ya ves.
8- ¡Creo!
Creo en Dios Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
Subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios,
Padre todopoderoso.
Desde allí a de venir a juzgar a vivos y muertos.
¡Creo, creo, creo! ¡Creo, creo, creo!
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
¡Creo, creo, creo! ¡Creo, creo, creo!
la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
¡Creo, creo, creo! ¡Creo, creo, creo!
la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén
¡Creo, creo, creo! ¡Creo, creo, creo!...
9- Al partir el pan
Lo reconocemos al partir el pan
Dios sale al encuentro del hombre con su Hijo Cristo Jesús;
le brinda su Espíritu Santo para que quien crea tenga salvación.
Somos su Iglesia que camina proclamando el Reino de Dios;
un reino de paz y justicia que renueve el mundo con su inmenso amor.
Ya van dos mil años de manifestar que Cristo Jesús ¡vivo está!.
Es "Dios con nosotros", lo vemos actuar,
lo reconocemos al partir el pan (3).
Hoy nuestro país necesita profunda reconciliación
para que "una patria de hermanos" florezca en el mundo, siendo comunión.
Dios, que es Trinidad, nos convoca a que trabajando con fe
por la dignidad de los hombres,
y sirviendo al pobre, demos ¡gloria a él!
10- ¡Gloria!
Nuestro Padre Dios el inmenso mar creó
y una tierra nos brindó...sin divisiones.
Debes comprender que esa herencia es para vos
desde que la regaló al primer hombre.
Hombre, padre de hombres que fueron donde les pareció,
al este, al oeste, al sur y al norte.
Blancos los dejó el frío; a otros tostados por el calor;
unos fueron mas ricos y otros mas pobres.
Se olvidaron de Dios, ya nada los unió,
las fronteras surgieron, hubo guerra y dolor.
Pero el Hijo de Dios nos vino a liberar,
y la palabra "hermano", pudimos escuchar.
Gloria demos a Dios, al que es Trinidad:
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Gloria por que en su amor, nos dio libertad
y un cielo nos está esperando.
Él nos hizo en su cuerpo, un solo Cuerpo que es inmortal
y en su Espíritu Santo una sola alma,
hasta que el Padre sea "Dios todo en todos", en el final,
y nos regale el cielo como morada.
01. Padre creador
02. Padre de todos
03. La zarza
04. El Dios de la Alianza
05. ¡Santo!
06. En las cosas de mi padre
07. Aquél hijo pródigo
08. ¡Creo!
09. Al partir el pan
10. ¡Gloria!